Narración cronológica de la
Cofradía del Vino de Baja California
– Capítulo Mexicali

os orígenes de nuestra Cofradía se remontan al año de 1994, cuando un grupo de amigos empieza a reunirse con el interés de beber vino. Es Luis Felipe González quien tiene la iniciativa de invitar a Rubén Camacho, Andrés Treviño, Benjamín Cortez (QEPD), Eduardo Martínez y otros cachanillas, para tomar vino de manera informal e iniciarse en el aprendizaje enológico. A estas reuniones se unen Abelardo Rodríguez Ratliff, quien apenas había llegado de Ensenada a Mexicali, habiendo sido miembro de la Cofradía del Vino de Baja California de esa ciudad, así como Sara Alicia Benavides, Dama de Honor de la misma Cofradía.

Haciendo memoria, Eduardo Martínez, miembro fundador, comenta: “…en un restaurante de Hermosillo, durante una convención de los Madrugadores donde
nos conocimos, Abelardo [Rodríguez] me comentó que quería organizar un grupo en Mexicali como el de Ensenada; un grupo que fomentara el estudio del vino entre sus miembros y que se volviera portavoz y promotor de la cultura del vino en Mexicali, una ciudad donde la cerveza y el whisky dominaban las fiestas y el consumo en restaurantes y bares”.

Hacia finales del ‘94, habiendo sondeado el interés del grupo por formalizarse, Abelardo comienza a darle estructura al grupo, integrando poco a poco los mismos mecanismos y herramientas que se utilizaban en Ensenada, incluyendo la redacción de unos primeros estatutos basados en los de la Cofradía del Vino de Baja California de Ensenada (la primera y más antigua de México y Cofradía “Madre” de nuestra Cofradía).
En febrero de 1996, en el
Restaurante El Rey Sol, los primeros
Cofrades son entronizados
(es decir,
integrados formal y protocolariamente
a la Cofradía) de manos del Gran
Maestre de la Cofradía de Ensenada,
Lic. Ignacio Crespo Palazuelos, recibiendo
nuestra hermandad el nombre de “Cofradía
del Vino de Baja California–Capítulo Mexicali”
.

Desde 1996 a la fecha, la actividad central de la Cofradía ha sido implementar programas anuales de trabajo y estudio. Los programas se centran en degustaciones formales de vino en Sesiones Ordinarias que se llevan a cabo una vez al mes, normalmente en algún restaurante de nuestra ciudad. En las Sesiones Ordinarias se presentan temas enológicos y se degustan vinos, casi
siempre en formato ciego, en diferentes estilos de degustación, ya sea por varietales, por regiones, por vinícolas, por países o por cualquier otra conformación de vino que invite al descubrimiento y el aprendizaje.
El objetivo de estas catas mensuales es,
precisamente, el crecimiento de nuestro acervo
enológico teórico, así como el desarrollo de
nuestras capacidades y sensibilidades
organolépticas y nuestras habilidades de
degustación formal de vino.

La difusión de la cultura del vino es otro esfuerzo desarrollado durante 17 años por los cofrades,
actividad que ha trascendido fronteras. Ahora la
Cofradía del Vino de Mexicali tiene un lugar muy
importante en el reconocimiento local, estatal y
regional —incluyendo el Valle Imperial en California—,
por el incremento en el estudio y consumo de vino por encima de las condiciones climatológicas adversas y la fuerte cultura de consumo de otras bebidas.

         Como parte muy trascendente de esta promoción            de la cultura del vino, durante más de 16 años               hemos organizado la Muestra del Vino en                 Mexicali, el evento de vino más importante de                 nuestra localidad, y que es el ala cachanilla de                 los eventos de las Fiestas de la Vendimia de                 Ensenada. Así mismo, la Cofradía del Vino de                 Mexicali ha hecho suya la tarea de colaborar                en la instrucción y educación del tema              enológico en nuestra ciudad, impartiendo         cursos y talleres abiertos a todos los mexicalenses       interesados en el conocimiento del vino. La Cofradía       ha sido también promotora de la creación de otros
grupos de vino, como el Grupo Centinela del Vino, de Mexicali, y Los Vineros de San Luis Río Colorado, Sonora.

En su labor de autocapacitación y autoformación constante, a lo largo de los años el grupo ha tenido la
oportunidad de tener contacto con muchos instructores como Hans Backhoff, Antonio Badan (QEPD), Hugo D’Acosta, Pedro Poncelis Jr., Laura Zamora y Víctor Torres Alegre, entre otros.

Después de 16 años de actividad ininterrumpida, la Cofradía del Vino de Mexicali se ha posicionado como un actor fundamental en la promoción de la cultura del vino en la región. Hemos trascendido como agrupación por los cientos de mexicalenses que, desde hace casi dos décadas, se han interesado por acercarse al mundo del vino, participando en muestras, eventos festivos, degustaciones, cenas, grupos de estudio, viajes enológicos y muchos eventos más.

Relación Histórica de Cofrades

La Cofradía del Vino de Baja California—Capítulo
Mexicali, nace el 14 de febrero de 1996, como la
extensión mexicalense de la Cofradía del Vino de
Baja California con sede en Ensenada.
Por gestión de Abelardo Rodríguez, nuestro
entrañable primer Gran Maestre, el grupo que
fundó nuestra hermandad fue entronizado en una
Cena de Gala en el Restaurante El Rey Sol de
Ensenada, recibiendo el nombramiento de manos
del Gran Maestre de Ensenada en turno, el C.P.
Ignacio Crespo Pozuelos. Ese día se invistió como
cofrades fundadores a (por orden alfabético):

- Benito Altamira, nuestro hermano por siempre,
hoy radicado en Ensenada, B.C.

- Jorge Amaya, con el que nunca perdemos
contacto, que hoy radica en San Diego, California

- Sara Alicia Benavides, alma y motor del grupo en
ese momento; hoy radica en la Ciudad de México.

- Helga Casanova, queridísma hermana que,
aunque ya no está en el grupo, siempre está con
nosotros.

- Benjamín Cortez (QEPD), quien seguramente
sigue bebiendo vino allá arriba

- Abelardo Rodríguez, padre y guía del grupo que
es nombrado como Gran Maestre; hoy radica en
Ensenada, B.C.

- Luis Velasco, querido compañero y colaborador,
hoy radicado en Tijuana, B.C.

- María Esther Valdez, eterna amiga que deja el
grupo por razones de trabajo

Más los cuatro miembros fundadores que hoy
continúan en la Cofradía:

- Martha Laura Báez García
- Eduardo Martínez Palomera Angel
- Yolanda María Ribó Muñoz
- Andrés Treviño Garza
Con los años transcurridos, nuestra Cofradía ha
recibido y despedido hermanos, pero nunca
perdiendo el contacto ni la amistad. Personas
apasionadas por el vino que, según sus
posibilidades y ánimo, han alimentado y dejado
huella inborrable en el grupo. Aquí sus nombres,
por orden cronológico de entronización:

• Francisco González
- 1998
• Jorge Díaz
- 1999
• Fabiola Maltos
- 1999
• José Cruz
- 2001
• Benjamín Garza
- 2001
• Patricia Rodríguez
- 2002
• Herick Acosta
- 2003
• Luis Carlos Barraza
- 2003
• Marcelo Andujo
- 2004
• Eduardo Rodarte
- 2004
• Arcelia Cárdenas
- 2006
• Miriam Real
- 2006
• Patricia Rodarte
- 2006
De igual manera el tiempo nos ha dado la
oportunidad de caminar bajo la dirección de los
miembros que hemos considerado capaces de
fungir como Gran Maestre por distintos periodos de
tiempo. Cada uno de ellos, con su estilo muy
personal, ha marcado el rumbo del grupo en su
momento. En orden cronológico ellos han sido:

• Abelardo Rodriguez Ratliff
1996-1997
• Andrés Treviño Garza
1998-1999
• Francisco González Franco
2000-2002
• Sergio del Bosque Catalán
2003-2005
• Yolanda Ribó Muñoz
2006-2008
• Herick Acosta Kelly
2009
• Luis Carlos Barraza Cobos
2010-2011
• Marco Lozano Tejada
2012- a la fecha
El día de hoy los miembros activos de la Cofradía
del Vino de Baja California Capítulo Mexicali,
anotados con su cargo de dignatario en 2012, son:

• Marco Lozano Tejada
GRAN MAESTRE
MAESTRE ENOTECARIO
- 1999
• Sergio del Bosque Catalán
CHAMBELÁN
- 2001
• Yolanda María Ribó Muñoz
MAESTRE CANCILLER
- 1996
• Miguel Benítez
MAESTRE MAESTRESALA
- 2005
• Luis Fernando Estrella Martínez
MAESTRE ESCANCIADOR
- 2012
• Andrés Treviño Garza
MAESTRE COMUNICADOR
- 1996
• Martha Laura Báez García
MAESTRE LIASON
- 1996
• Eduardo Martínez Palomera Ángel
MAESTRE CRONISTA
- 1996
Eduardo y Martha Laura, a pesar de haber
cambiado su lugar de residencia a la ciudad de
Querétaro, continúan siendo parte activa de la
Cofradía, aportando siempre trabajo (con visitas
periódicas a Mexicali y Ensenada), tiempo y, sobre
todo, cariño, aunque se encuentren a más de 3,000
kilómetros de distancia.